Aprendizaje significativo, qué es y cómo promoverlo
A lo largo de nuestra vida estamos aprendiendo continuamente, y utilizamos esos conocimientos para actuar y adaptarnos a las situaciones cotidianas a las que nos vemos expuestos en el día a día.
Este aprendizaje continuo se manifiesta especialmente cuando interactuamos con nuestro entorno, ya que utilizamos lo que sabemos adaptándolo a lo que nos encontramos. Esto es, llevamos a la práctica lo que hemos aprendido y lo modificamos si es necesario para que nos resulte más funcional.
El aprendizaje formal empieza por norma general en el colegio. Es en ese contexto donde se van adquiriendo la mayor parte de nuestros conocimientos y este proceso se realiza de forma homogénea (igual para todos), entonces, ¿Por qué utilizamos con mayor frecuencia algunos conocimientos en relación con otros?, ¿Por qué aprendemos ciertas cosas y no recordamos otras?
Es en esta diferencia de aprendizajes donde se plantea la teoría del aprendizaje significativo. El aprendizaje significativo es un tipo de aprendizaje en el que la persona relaciona los nuevos conocimientos adquiridos con los que ya posee, reestructurando ambos conocimientos durante este proceso (Ausubel, 1963). Esto quiere decir que la adquisición de nuevos conocimientos será más fácil y ayudará a reforzar y establecer concepciones estables en relación a las experiencias vividas con anterioridad.
¿Cómo podemos promover un aprendizaje significativo, profundo y real?
El aprendizaje significativo supone un proceso de recogida, selección y organización de la información nueva para poder relacionarla o anclarla a experiencias anteriores, añadiendo y modificando los esquemas mentales.
Para que se dé este proceso la nueva información debe ser relevante, significante y mostrase útil para la persona que la adquiere. También es importante tener en cuenta el conocimiento previo del que se dispone, ya que según lo que sepamos sobre el tema lo nuevo que aprendamos nos resultará más o menos significativo.
No se trata de retener información para después soltarla y olvidarse de ella, sino de dar un sentido personal al conocimiento. Para ello se propone guiar el proceso cognitivo durante el aprendizaje, haciendo partícipe a la persona de su propia estructuración mental, permitiéndole opinar y debatir, logrando que explique con sus propias palabras los nuevos conocimientos y que de esta forma pueda interiorizarlo.
Motivar y generar interés en los conocimientos que se pretenden adquirir también es fundamental para que las personas estén dispuestas a incorporar nueva información en sus esquemas mentales. Esto se puede conseguir mediante ejemplos con los que resulte más fácil comprender la aplicación real de lo que se está aprendiendo.
Por último, es clave que el aprendizaje sea contextualizado. Esto es, entender que el aprendizaje es interpretativo y puede variar según el contexto social y cultural en el que se adquiere.
“Aprender ayuda estructurar nuestra percepción sobre la realidad. El aprendizaje significativo no solo nos ayuda a adquirir conocimientos, sino también a crearlos.”
