top of page
Siguiente publicación

Fracaso escolar, ¿qué pueden hacer los padres?



El fracaso escolar es uno de los problemas más graves que sufre actualmente nuestro sistema educativo. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Ministerio de Educación, en Cataluña el fracaso escolar se ha situado en un 17.8% en el primer trimestre de este año 2017. En todo el estado español, la media de abandono escolar prematuro es del 18.5%, afecta más a los chicos (22.1%) que a las chicas (14.8%) y, por materias, es más frecuente en matemáticas, lenguas e inglés.


Hablamos de fracaso escolar cuando un niño con inteligencia normal o superior no es capaz de alcanzar el rendimiento medio esperado para su edad y nivel de escolarización. Es importante señalar que se trata de un concepto muy amplio, ya que el fracaso escolar no aparece por una sola causa, sino por varias, entre ellas:


  • Causas psicológicas. La falta de interés, el exceso de confianza, las carencias emocionales… pueden reducir el desempeño académico.

  • Causas físicas. Problemas de lenguaje, dificultades visuales, auditivas, etc. que en ocasiones cuesta detectar.

  • Causas escolares. El clima escolar en el propio centro educativo, la relación del niño con sus profesores, su integración en clase… La metodología que utilizan los profesores para transmitir la información por cuanto los niños pueden no tener interés en lo que se les explica en clase al entender que no pertenece a su mundo (falta de visión sobre su aplicabilidad en su día a día).

  • Causas sociales. Desigualdades (económicas, laborales, etc.). que pueden hacer que, en familias más desfavorecidas, la principal preocupación sea la subsistencia más que la preocupación por el rendimiento escolar de los hijos.

  • Causas familiares. Las vivencias afectivas del niño en la familia, el clima en el hogar, la comunicación…. Algunas de las circunstancias familiares que se consideran factores de riesgo de cara a generar dificultades escolares son:

  1. Desinterés de los padres por los estudios o la educación.

  2. Falta de valoración de las actividades escolares. Padres que se despreocupan y no muestran ninguna reacción ante los resultados de sus hijos, lo que genera desinterés en los niños por los estudios.

  3. Exceso de preocupación por las actividades escolares. Padres muy rígidos y exigentes, que suelen poner metas poco asequibles generando desmotivación y frustración en los niños.


Teniendo en cuenta la importancia del papel de la familia como factor de protección, ¿qué pueden hacer los padres para evitar el fracaso escolar de sus hijos?


  • Prestar atención al desarrollo del niño para detectar cualquier problema físico (visual, del lenguaje, etc.) que pueda estar comprometiendo su rendimiento y llevarlo al especialista.

  • Ayudarles a conocer sus posibilidades reales. A veces sin darnos cuenta, los cargamos con demasiadas actividades extraescolares y no tienen tiempo material para dedicarlo al estudio y a jugar.

  • Hablar de las dificultades en el estudio cuando las haya. Demostrarle que estamos a su lado para ayudarle.

  • Proponer metas asequibles. Por ejemplo, ser conscientes de que es difícil que un niño con 7 suspensos en una evaluación, pase a tenerlo todo aprobado en la siguiente.

  • Valorar el esfuerzo en el proceso de aprendizaje, no centrarnos solamente en las notas.

  • Evitar comparaciones ni con nosotros mismos ni con otros niños. Cada niño es único, y debe tenerse a sí mismo como punto de referencia.

  • Ofrecer colaboración cuando la solicite, no hacerle su trabajo.

  • Colaborar con el colegio dialogando con el profesorado y asistiendo a las reuniones que se convoquen.

  • Potenciar la afición por la lectura. La comprensión y la velocidad lectora están muy relacionadas con el éxito en los estudios, dedicar cada día un rato a leer puede favorecerle en este aspecto.

  • Establecer una rutina diaria para el estudio. Lo ideal es que, a ser posible, estudien siempre en el mismo sitio y a la misma hora. Se recomienda que el lugar destinado a estudiar esté ordenado, en silencio, con luz suficiente y temperatura adecuada.


En general, no se trata de que los padres vuelvan a estudiar Primaria o Secundaria con sus hijos, sino de favorecer su autonomía dándoles herramientas y ofreciéndoles apoyo cuando lo necesiten.


Últimas publicaciones
Búsqueda por Tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
  • Google+ Social Icon
Archivo
bottom of page