
El estigma socializado de la salud mental
¿Quién no ha escuchado alguna vez algo como: “¿Vas al psicólogo? ¡Pero si tú no estás loco!”? ¿O quién no ha pensado alguna vez “yo no necesito terapia, no estoy enfermo”? Estas son actitudes estigmatizadas de una realidad muy diferente a la que vivimos cada día. Y es que en una sociedad donde parece que cada minuto es un importante periodo productivo, no hay tiempo para descansar y, a pesar de que nuestra salud mental está expuesta al deterioro, aún estamos demasiado ciegos